Dos Mundos
En su libro, Demian, Hermann Hesse escribe sobre dos mundos. Un mundo de infancia, y un mundo después. Un mundo de infancia moldea tu mundo madurez en una gran manera, pero tu mundo madurez es más importante que infancia. Un mundo ideal. Hay una utopía en este mundo—una persona solo necesita abrir sus ojos y encontrarlo.
En mi vida, hay dos mundos también. Hay un mundo de infancia—cuando era religiosa y inmadura—cuando creía todo—y un mundo después, cuando soy atea y pensativa, pero tengo una vida más gratificante, más interesante, y con más idiomas. Mas maneras a expresar mis sentimientos. Me gusta mi vida ahora, este mundo madurez, pero tengo unos pocos problemas. Me encanta la música de mi vida en Dallas, pero estoy cautivando con la música de español—de LATAM. Dos mundos más. Y en mi mente, hay guerra entre mis idiomas. Es porque soy pensativa—hay mucho pasando en mi mente todo el tiempo. No puedo hablar—estoy traduciendo mis palabras inglés a español. No puedo describir mis sentimientos todo en inglés—hay palabras mejores en español. Pero mis amigos hablan inglés, y mi familia también. Estoy sola. Este es el parte de mi vida cuando siento añoranza. Cuando no sé qué decir, estoy tan frustrada.
Pero, hay este. Estudias[1] demuestran que personas bilingües tienen mas problemas cuando procesando sus idiomas nativos. Ellos quien hablan mandarin y ingles tienen mas problemas que, por ejemplo, personas que hablan español y ingles, porque mandarin usa palabras logographic. El alfabetismo en estas personas sufre. Y en personas que hablan español y ingles, la cantidad de vocabulario en sus idiomas nativas influye en sus alfabetismos en español. Este significa que hay correlación entre el rendimiento en un idioma segundo y el rendimiento en un idioma nativa. Fue muy interesante para mi porque creo que mi rendimiento en inglés sufre cuando aprendo mas vocabulario que uso cada día en español. Cuando tengo un momento muy emocional, prefiero español. A mi trabajo, no sé cuál idioma hablar, porque puedo me expresar en ambos. Cuando estoy con mis amigos, yo lucho con cual idioma usar. Es confundiendo para mí. Pero—ahora tengo muchas más palabras que uso que mis amigos. Esa es muy bien. Así que, no hablo mandarin, pero puedo ver como un idioma segundo puede influye un idioma nativo mucho—en una manera buena y en una manera mala.
Estoy atascada entre mis dos mundos—mundos de idiomas y mundos físicos. Hay música de Dallas—no más negocios de música como en mi vida pasada, pero hay partes traseras de los barros—gente que he sido y gente que he sabido. Música que se golpea. Música que transciende. Pero hay otro mundo—en el país de mi alma. La gente habla un idioma que entiendo en mi alma. Palabras como música y que trascienden. Paisaje que me encanta. Poesía que nadie en los EE. UU. sabe. Así que, un mundo esta acá en los EE. UU. El otro está en LATAM. ¿Como conseguir ambos? ¿Como puedo aprender a escuchar a la música de mi alma—el latido de estes ciudades? Un pie en un mundo; un pie en otro. No puedo explicarlo suficiente. ¿Es este mi maldición, o mi bendición?
[1] The Effect of Second-Language Experience on Native-Language Processing, 2011, Kaushanskaya, et al https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC3484981/
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